El masaje se como herramienta terapéutica se pierde en la memoria de los tiempos y se cree que pueda ser la medicina más antigua conocida. El masaje es tan antiguo como la humanidad. Es de suponer que surgió por una necesidad terapéutica con lo cual fue uno de los métodos curativos más antiguos.
Por ejemplo… Homero, en La Odisea, habla del masaje como un tratamiento restaurador para los guerreros. En Grecia clásica, se perfeccionó el masaje con motivo de las Olimpiadas, allí intervenían los “aliptes”, hábiles masajistas que preparaban a los atletas antes de las pruebas y los recuperaban después. En el 450 a.C Hipócrates lo utilizó en el tratamiento y prevención de enfermedades. Recomendó el masaje en dirección al corazón intuyendo ya el sentido de la circulación de la sangre. Posteriormente, Galeno, gran autoridad en cuestiones médicas reglamentó las prácticas de los “aliptes ” y resaltó la importancia del masaje para eliminar la fatiga. Estos son algunos ejemplos de su importancia en la antigüedad.
En los países asiáticos como China, India, Japón, Tailandia… se ha practicado siempre.
En el s. IX a.C el libro chino Nei Tsin (El libro del hombre interior) se mencionan enfermedades que se curaban mediante el masaje.
En la antigua India era muy importante y se utilizaba para eliminar el cansancio y curar lesiones.
En Japón era fundamental en la preparación de los luchadores de sumo.
En Roma donde abundaban las termas y masajistas se utilizaba el masaje para recuperar a los gladiadores tras los combates.
También se ha usado y se usa como tratamiento médico, relajante y de belleza. Por ejemplo, en Tailandia y China, forma parte de la Medicina Oficial.
La esencia del masaje es un tacto de amor que se ha estructurado como una técnica curativa. El efecto reconfortante de la mano que acaricia y calma (libera endorfinas u hormonas de la felicidad y oxitocinas, los analgésicos naturales de nuestro cuerpo) proporciona también una estimulación táctil:

Pero los niños no son los únicos beneficiados. Mientras el masajista relaja y libera los músculos contraídos de su cliente, puede estar también liberando emociones que no se han llegado a procesar, y la sensación del contacto sobre la piel puede ser una experiencia poderosa para esta persona, que le recuerda que no está sola en el mundo.
El masaje aúna a las parejas. Donde existe conflicto e incomprensión, calma las tensiones y crea la unidad al engendrar sentimientos de proximidad y ternura… eso nos dice Carlo De Paoli, en su obra Masaage and Bodywork for Health y para ejemplificarlo, nos narra el siguiente cuento en su libro:
¿Qué están esperando? ¡Regálense un buen masaje!
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